La excelencia académica no depende únicamente de la inteligencia, sino de los hábitos diarios que fortalecen la concentración, la disciplina y la motivación. En APDE Entrevalles formamos alumnas que desarrollan estas habilidades desde temprana edad, acompañándolas en cada etapa de su crecimiento para que aprendan a estudiar con propósito y autonomía. Estos hábitos funcionan sin importar la edad: desde primaria hasta el Bachillerato Internacional y más allá.

1. Estudiar en un ambiente adecuado
Un espacio ordenado, sin distracciones y con buena iluminación favorece la concentración. En Entrevalles enseñamos a las alumnas a identificar y crear sus propios ambientes de estudio, promoviendo autonomía y responsabilidad. Incluso hábitos simples—como tener a mano únicamente lo necesario—reducen la ansiedad y ayudan a comenzar con claridad mental.
Este tipo de rutinas son parte de la formación integral del colegio, que busca crear ambientes donde las estudiantes puedan enfocarse, reflexionar y crecer.
2. Planificar con metas claras
Una agenda bien organizada permite dividir las tareas grandes en pasos pequeños y alcanzables. Establecer metas diarias y semanales ayuda a mantener un ritmo constante y evita la saturación antes de exámenes o entregas importantes. Este hábito es clave para lograr excelencia académica sin sacrificar el bienestar emocional.
En Entrevalles fomentamos el uso de agendas, bitácoras y metodologías de estudio que enseñan a las alumnas a administrar su tiempo de manera efectiva, especialmente durante el Bachillerato Internacional, donde el trabajo personal es esencial.

3. Aprender haciendo pausas estratégicas
El cerebro aprende mejor cuando se alterna el trabajo con descansos cortos. Una técnica recomendada es la de 25 minutos de concentración y 5 minutos de descanso. Esto evita la fatiga mental y favorece la retención de información. Enseñar a las niñas y jóvenes a conocer sus ritmos o facilidades de estudio es fundamental para consolidar la excelencia académica.
Incluso organismos internacionales como el International Coalition of Girls’ Schools (ICGS) enfatizan que los hábitos saludables de estudio son un predictor clave del rendimiento académico sostenible en alumnas de escuelas femeninas alrededor del mundo.
4. Practicar la lectura profunda
Leer más y leer mejor es uno de los hábitos más poderosos para lograr éxito escolar. No solo mejora el vocabulario y la comprensión, sino que fortalece el pensamiento crítico. Las alumnas que leen con regularidad muestran mejores resultados en materias como literatura, ciencias y humanidades.
En Colegios APDE, el amor por la lectura se promueve desde primaria con proyectos, challenges y metodologías activas que hacen del aprendizaje un proceso cercano y significativo.
5. Estudiar para comprender, no solo memorizar
El aprendizaje profundo se logra cuando la estudiante comprende el “por qué” detrás de cada tema, relaciona conceptos y los aplica en diferentes contextos. En Entrevalles promovemos esta mentalidad a través de metodologías activas, proyectos colaborativos y acompañamiento personal.
Este enfoque está alineado con estándares internacionales como el Bachillerato Internacional, que prioriza la comprensión, el análisis y el pensamiento crítico sobre la memorización mecánica.
Conclusión
La excelencia académica es un camino que se construye día a día con hábitos concretos y motivación interna. Estudiar en un buen ambiente, planificar, hacer pausas, leer profundamente y comprender en lugar de memorizar son prácticas que funcionan a cualquier edad y nivel educativo.